sábado, 28 de julio de 2012

Una misa para todos o todas las misas para uno

Me parece injusto que hoy, día de la independencia de Perú, una vez más contemplemos a través de la televisión de señal abierta solamente la ceremonia que la iglesia católica desarrolla como parte de esta fecha. ¿Qué acaso no existen otras religiones en nuestro país que compartirán la misma alegría celebrando a su manera? ¿No sería acaso más interesante que algún medio exponga a sus fieles televidentes el qué hacen por estas fechas también los evangélicos, testigos de Jehova, mormones, adventistas, protestantes, etc.? ¿O es que las otras religiones no festejan esta fecha? ¿Acaso los ateos y agnosticos no disfrutan las fiestas patrias?

Es cierto que muchos peruanos son católicos pero, si queremos considerar sólo a los grandes grupos, hace mucho que los evangélicos y los testigos de Jehova merecen un espacio de participación parecido al que recibe la iglesia católica cada 28 de julio. Aún así seguiría siendo injusto que sólo 3 religiones accedan a la televisión de señal abierta.

Aquí no estoy considerando que algunas religiones ya tengan canales de televisión propios, ni estoy desmenuzando el artículo Nº 50 de la Constitución Política de Perú de 1993, no estoy exponiendo estadísticamente acerca del porcentaje poblacional que le corresponde a cada religión, tampoco comparo número de creyentes (de cualquier religión) versus número de no creyentes (en cualquiera de sus variantes), no creo que ateos y fieles de otras religiones estén llorando a mares frente al televisor mientras habla el cardenal, ni creo que todos los católicos permanecerán atentos a la misa con rosarios en las manos y sufriendo porque no podrán depositar sus monedas en la bolsa para las limosnas. Lo que considero es el aspecto simbólico de esta situación. Simbólicamente sólo una parte de los peruanos celebró fiestas patrias durante la duración de esta misa católica. Todos no. Sólo una parte. Veo con indignación que una fecha especial, como es cada 28 de julio, día de la independencia de Perú, día de nuestro Perú, día de todos los peruanos, se convierte (durante lo que dura la misa y Te Deum) en el día de algunos peruanos.

Esta lamentable costumbre viene reforzada por la presencia del presidente de la república, familia, congresistas y un largo etcétera en la misa que anualmente lleva a cabo la iglesia católica con motivo de estas fechas. El presidente de todos los peruanos representa, durante esa misa, sólo a los peruanos católicos, no a los peruanos no creyentes ni a los de otras religiones. Lo peor de todo es que luego no acude a cada celebración que realizan las otras religiones. Es lógico. Son tantas que tomaría mucho tiempo llevar a cabo tantas reuniones. O todos o ninguno señor presidente, o todos o ninguno.

¿Qué podría hacerse ante esta situación? Aunque resulte tedioso primero se necesita conocer el número de instituciones religiosas que existen en nuestro país. Luego dejar de lado la costumbre de asistir a la iglesia católica e invitar, cada 28 de julio, a todos los representantes de cada institución religiosa al palacio de gobierno a fin de escuchar sus propuestas para lograr un mejor desarrollo del país. Después poner a disposicion de los representantes religiosos una sala especial (podría ser el ambiente donde se llevó a cabo la exposición "Machu Picchu, cien años después: el reencuentro") para que, tras elaborar un horario adecuado, se lleven a cabo reuniones de Ingreso Libre donde cada fe religiosa celebrará una "Misa por el Perú". ¿No les parece algo más justo? Esto es posible de llevar a cabo.

Fui, durante mi niñez, muy católico. Posteriormente me interesé en las diversas religiones existentes y poco a poco me alejé del catolicismo. Luego de un tiempo me convertí en ateo pero mantuve siempre mi interés por las variadas expresiones de fe y también seguí siendo respetuoso del que piensa, siente y cree en forma diferente a mi. No soy perfecto ni muy justo pero considero que mi sugerencia es más equitativa que la actual forma en que se lleva a cabo la celebración de nuestras fiestas patrias en el aspecto religioso. El tiempo me dará la razón al ponerse en práctica mi idea o al llevarse a cabo algo más salomónico y bello. Algo mucho mejor.